Amor cósmico

Y resulta que volviste a aparecer

Es inevitable no recordarte, los partidos, las caminatas, nuestras largas charlas…esa chispa, esa energía… Cómo dar pasos firmes si tus acercamientos me quiebran, intento asimilar una vida sin ti y surge tu recuerdo, tu sonrisa, tu mirada, que me reafirman que todo ese amor continúa aquí.

 

Tengo una pasividad inquietante cuando te presentas de nuevo y tu alma es la que habla, me confundo, me ilusiono, reconfirmo que mi sentir no ha cambiado y vuelvo a la realidad. Sé que este encuentro tiene un solo objetivo: palpar nuestra presencia, aquella que le habíamos entregado al viento, y volver a reconocernos,  apaciguar esa distancia, saber de la suerte de nuestros días…

 

Fuiste tú quien quebrantó la promesa de desvanecernos. Yo, de corazón, intenté estar lejos pero apareces y todas mis fuerzas palidecen. Mientras no estuviste me convencía que esto sería lo mejor para los dos, y ahora teniéndote en frente mío, me pregunto cuál es el fundamento de aquello que suponemos mejor? No hay una verdad absoluta, tal vez lo mejor no es lo que necesitamos y debemos permitirnos fluir con el sonido del viento.

Un comentario sobre “Y resulta que volviste a aparecer

Deja un comentario